31.8.08

El SIGNO- Todorov


Es la noción básica de toda ciencia del lenguaje; pero, precisamente a causa de esta importancia, es una de las más difíciles de definir. Esta dificultad se duplica porque las modernas teorías del signo procuran abarcar no sólo entidades lingüísticas, sino también signos no verbales.
Un análisis atento revela que las definiciones clásicas de signo son con frecuencia tautológicas o incapaces de aprehender el concepto en su genuina especificidad. Se admite que todos los signos remiten necesariamente a una relación entre dos relata ["relatum". en latín, significa "referido", "sugerido"; "relata" es su plural y se entiende como "cosas / entidades referidas/ sugeridas"]; pero el solo hecho de identificar la significación con la relación hace imposible distinguir entre dos planos que, sin embargo, son muy diferentes: por un lado el signo "madre" está por fuerza ligado al signo "hijo"; por el otro, lo que 'madre' designa es madre y no hijo. San Agustín propone una de las primeras teorías del signo: "Un signo es algo que, además de la especie abarcada por los sentidos, hace que otra cosa acuda por sí sola al pensamiento". Pero "hacer acudir" (o "evocar") es una categoría demasiado estrecha y a la vez demasiado amplia: presupone, por un lado, que el sentido existe fuera del signo (para hacerlo acudir hasta él) y, por el otro, que la evocación de una cosa por medio de otra siempre se sitúa en el mismo plano. Ahora bien, la sirena puede significar el principio de un bombardeo y evocarla guerra, la angustia de los habitantes, etc. ¿El signo será acaso algo que. está en lugar de otra cosa y la reemplazo? En todo caso, éste sería un reemplazo harto singular, ya que no es posible en un sentido ni en el otro: ni el "sentido" ni el "referente", como tales, podrían insertarse en el interior de una frase en lugar de la "palabra". Swift lo entendió bien: después de suponer que cada uno lleva consigo las cosas de que desearía hablar (ya que las palabras son sucedáneos de esas cosas), llegó a esta conclusión: "Si las ocupaciones de un
hombre son importantes y de diversa índole, estará proporcionalmente obligado a cargar un fardo mayor de cosas sobre sus hombros'... a riesgo de sucumbir bajo su peso.
Por lo tanto, definiremos prudentemente el signo como una entidad que: 1) puede hacerse sensible, y 2) para un grupo definido de usuarios señala una ausencia en sí misma. la parte del signo que puede hacerse sensible se llama, para Saussure, significante, la parte ausente, significado, y la relación que mantienen ambas, significación. Expliquemos uno a uno los elementos de esta definición.
Un signo existe sin duda, aunque no sea percibido; pensemos en todas las palabras de la lengua española en un momento dado del tiempo: no tienen ninguna existencia perceptible. Sin embargo, esta percepción es siempre posible. Así, K. Burke propone invertir el orden de la significación y considerar las cosas como signos de las palabras (de las ideas); pero esta concepción paraplatónica supone siempre que el significante puede hacerse perceptible. Tal propiedad, por otro lado, no es desmentida por la existencia del fonema "detrás de" los sonidos o del grafema "más allá de" las letras.
El signo es siempre institucional: en este sentido, sólo existe para un determinado número de usuarios. Este grupo puede reducirse a una sola persona (como el nudo que hago en mí pañuelo). Pero fuera de una sociedad, por reducida que sea, los signos no existen. No es justo decir que el humo es signo "natural del fuego: es su consecuencia, o una de sus partes. Sólo una comunidad de usuarios puede instituirlo como signo. El punto más discutido de la teoría se refiere a la naturaleza del significado. Se lo ha definido aquí como una carencia, una ausencia en el objeto perceptible que así se vuelve significante. Esta ausencia equivale, pues, a la parte no sensible; quien dice signo debe aceptar la diferencia radical entre significante y significado, entre lo sensorial y lo no sensorial, entre presencia y ausencia. El significado diremos tautológicamente, no existe fuera de su relación con el significante ?ni antes, ni después, ni en otra parte?; un mismo gesto crea ?al significado y al significante, conceptos que son inconcebib!es el uno sin el otro. Un significante sin significado es simplemente un objeto, es pero no significa; un significado sin un significante es indecible, impensable, es lo inexistente. La relación de significación es, en cierto modo, contraria a la identidad consigo misma; el signo es a la vez señal y ausencia: originariamente doble.
Deben considerarse dos aspectos complementarios de todo significado. El primero, de alguna manera vertical, nos es revelado en la relación necesaria que el significado tiene con el significante; esta relación indica el lugar del significado, pero no nos permite identificarlo positivamente: es lo que falta al significante. El segundo, que podríamos representar como horizontal, consiste en la relación de ese significado con todos los demás, en el interior de un sistema de signos. Esa determinación es igualmente "negativa" (como dice Saussure, lleva a "ser lo que los demás no son"; sería más exacto llamarla "relacional"), pero se produce en el interior de un continuum, constituido por el conjunto de los significados que forman un sistema (no se explica la relación de este continuum designándolo con nombres tales como "pensamiento", "conceptos", "esencia", etc., cosa que, sin embargo, no dejaron de hacer muchos filósofos y psicólogos). Tanto en un caso como en el otro, se llega al significado por el signo: en ello reside la dificultad principal de todo discurso sobre el signo. El sentido no es una sustancia cualquiera que podríamos examinar independientemente de los signos donde la aprehendemos; no existe sino por las relaciones de que participa. [...1
Ch. S. Peirce, Collected Papers, vol. II Cambridge, 1932; F. de Saussure, Curso de lingüística general, Buenos Aires, Losada, 1945; Émile Benveniste , Problemas de lingüística general, México, Siglo Veintiuno, 1971; W. Borgeaud, W. Bröcker y J. Lohman, "De la nature du signe", Acta linguistica, 1942?1943, 1. pp. 24?30; J. Piaget, La formación del símbolo en el niño, México, Fondo de Cultura Económica, 1964; H. Sprang?Hanssen, Recent Theories on the Nature of the Language Sign, Copenhague, 1954; R. Engler, Théoríe et Critique d' un principe saussurien, l' arbitrarie du signe, Genéve, 1962; E. Ortigues, Le Discours et le Symbole, París, 1962; K. Burke, 'What are the signs of what?", Anthropological linguistics, 1962, 6, pp.' 1?23; F. Edeline, "Le symbole et l'image selon la théorie des codes", Cahiers internationaux du symbolisme, 1963, 2, pp.19?33; C. Durand, La imaginación simbólica, Buenos Aires, Amorrortu, 1971; R. Barthes, El grado cero de la escritura/Nuevos ensayos críticos, Buenos Aires, Siglo Veintiuno, 1973; J. Derrida, "Sémioloquie et grammatologie", Information sur les sciences sociales, 1968, 3, pp. 135?148.

(O. Ducrot y T. Todorov, Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje, México, Siglo Veintiuno, 1974, pp. 121?123)

23.8.08

teorico II



Consigna para discusión en clase:
A partir de la lectura del texto "La interpretación de las imágenes entre memoria, estereotipo y seducción "( Martine Joly,2002) identificar y analizar en las siguientes citas concepciones de la imagen en la cultura visual :

"Lo que está cambiando no es el tipo de actividades en las que participa la humanidad sino su capacidad tecnológica de utilizar como fuerza productiva lo que distingue a nuestra especie como como rareza biológica, su capacidad de procesar símbolos”. Manuel Castells

"La verdad es que la imagen no es lo único que ha cambiado. Lo que ha cambiado, más exactamente, son las condiciones de circulación entre lo imaginario individual (por ejemplo, los sueños), lo imaginario colectivo (por ejemplo, el mito), y la ficción (literaria o artística). Tal vez sean las maneras de viajar, de mirar, de encontrase las que han cambiado, lo cual confirma la hipótesis según la cual la relación global de los seres humanos con lo real se modifica por el efecto de representaciones asociadas con las tecnologías, con la globalización y con la aceleración de la historia ». Marc Augé

"Hoy se abre paso una nueva posición frente a la imagen, apoyada en la nueva historia cultural que, de un lado, recupera la oralidad no sólo como herramienta de investigación sino como fuente de conocimiento, y de otro redescubre la línea de pensamiento que pasando por la consideración de W. Benjamin sobre el carácter estratégico de las tecnologías, y en especial las de producción y reproducción de la imagen, en la configuración de la sensibilidad y la ciudad moderna, conecta con la de Heidegger al ligar la pregunta por la técnica a un mundo que se constituye en imágenes, a la modernidad como “la época de las imágenes del mundo”, hasta la renovadora pista que introduce Vattimo sobre el sentido actual de la relación entre tecnología y sociedad al afirmar que “el sentido en que se mueve la tecnología no es ya tanto el dominio de la naturaleza por las máquinas cuanto el específico desarrollo de la información y la comunicación del mundo como imagen" Jesús Martín Barbero)

18.8.08

ENTREVISTA: "La televisión, ese fenomeno masivo..."












ENTREVISTA
Eliseo Verón:
"La televisión, ese fenómeno "masivo" que conocimos, está condenada a desaparecer"
Por Carlos Scolari y Paolo Bertetti¹



¿Cómo fueron tus movimientos al principio de tu carrera? Tenemos entendido que llegaste a París en 1961… ¿Qué te llamó la atención desde una perspectiva teórica? ¿Cómo fue tu acercamiento a "lo nuevo" que ahí se estaba cocinando?

Estuve en París dos años, desde fines de 1961, con una beca externa del CONICET. La preparación de ese primer viaje a Europa no tuvo, claro, nada que ver con la semiología, que todavía no había sido refundada (los Elementos de semiología de Barthes se publican en 1964 en la revista Communications, resultado de un seminario dictado en la Ecole Pratique des Hautes Etudes en 1962, al que yo asistí, y donde descubrí la semiología). Cuando decidí, en 1960, solicitar una beca externa, mi propósito era asistir a los cursos de Maurice Merleau-Ponty. Yo había hecho mi tesis de licenciatura sobre Psicología social de la imagen del cuerpo, y Merleau-Ponty era mi autor favorito. Inspiró mis polémicas con Oscar Masotta, irremediablemente sartreano. Yo trabajaba ya como ayudante de trabajos prácticos del Departamento de Sociología que había creado Gino Germani. Merleau-Ponty muere súbitamente de un ataque al corazón en 1961, a los cincuenta y tres años. Siempre he pensado que la historia intelectual de Francia de la segunda mitad del siglo pasado habría sido muy distinta si Merleau-Ponty hubiese vivido quince o veinte años más. En fin, en aquel momento me había quedado sin maestro. Le escribí
entonces una carta a Claude Lévi-Strauss, quien me contestó de inmediato diciéndome que me recibiría encantado en su Laboratorio de Antropología Social del Collège de France. Allí conocí entonces a otro maestro, quien por suerte sigue vivo y se está acercando a los cien años de edad…

Lo nuevo fue entonces para mí la apertura de la semiología saussuriana por Barthes (de la que me aparté después) y la experiencia directa con la obra y la persona de Lévi-Strauss. Tuve el privilegio de conocer a Lévi-Strauss en el momento más intenso de su creatividad científica: en 1962 aparecen al mismo tiempo Le totémisme aujourd’hui y La pensée sauvage, y sus cursos en el Collège de France presentaban “en vivo” los análisis de Le cru et le Cuit, primer volumen de las Mytologiques, que se publica en 1964. Las clases de Lévi-Strauss eran como fuegos artificiales de inteligencia. Nunca después tuve una experiencia semejante. En el seminario interno del Laboratorio, en cambio, se presentaban trabajos en curso de miembros de su equipo. Lévi-Strauss intervenía siempre con observaciones críticas demoledoras.

¿Cómo fue la transferencia de esos nuevos saberes a la Argentina? Nos gustaría que nos contaras algo sobre la traducción de la Antropologia Estructural.

La traducción de la Antropología Estructural fue simplemente una consecuencia natural de mi relación con Lévi-Strauss. Tener un contacto personal con el autor es la situación ideal para un traductor. Poco antes le había hecho una entrevista que envié a Buenos Aires y que se publicó en el número 2-3 de Cuestiones de Filosofía, secuela de la revista Centro, que armamos con León Sigal, Sofía Fisher, Jorge Lafforgue y Marco Aurelio Galmarini. La publicación de la Antropología estructural en castellano era decisiva para tener un primer acceso al “núcleo duro” de la teoría de Lévi-Strauss. El inmenso análisis de la mitología de las sociedades ágrafas, que se despliega después en los cuatro volúmenes de las Mytologiques, estaba allí apenas insinuado en el capítulo sobre el mito de Edipo, donde aparece la famosa “fórmula” del mito. La entrevista estuvo enteramente focalizada en la cuestión polémica de la articulación estructuras inconscientes/tiempo histórico. Al releerla a años de distancia, me impresiona la manera inequívoca en que confirma su inspiración marxista y presenta su propio trabajo como una contribución a una “teoría de las superestructuras”. De ese marxismo de Lévi-Strauss, yo retengo hoy una frase contundente de una de sus respuestas, que expresa un punto de vista que, a lo largo de los años, me ha parecido cada vez más importante: [la enseñanza de Marx sobre los sistemas de representaciones que los hombres elaboran de sus propias relaciones sociales] “…encierra un principio fundamental, fuera del cual no hay salvación para las ciencias sociales y las ciencias humanas, a saber, que el hombre no se explica por el hombre, sino por otra cosa que el hombre”. Hoy yo parafrasearía ese punto de vista de Lévi-Strauss así: no hay salvación para las ciencias “blandas” si no buscan, en serio y de una buena vez, su articulación con las ciencias “duras”.

En cuanto a la transferencia de saberes, en lo que a mí respecta lo inmediato fue, me parece, el hecho que, de regreso a la Argentina, Miguel Murmis y yo reemplazamos a Gino Germani en el dictado de la materia Sociología Sistemática, que era una de las materias centrales de la carrera de sociología. Murmis trabajaba los grandes autores de la sociología norteamericana, y yo comenzaba a presentar y discutir el “estructuralismo”. La materia no era simplemente la superposición de estos dos grandes campos, el funcionalismo y el estructuralismo. Nos interesábamos también en Wright Mills, Howard Becker, Herbert Mead, y muy rápidamente en la etnometodología de Sacks, Goffman y Cicourel.

Además de traducir a Lévi-Strauss, también se escribe desde Argentina. ¿Cómo se fue conformando la primera generación de semiólogos argentinos? ¿Cómo se configura el proyecto de la revista Lenguajes?

Entre el fin de mi primera estadía en París (1963) y el umbral de los años 70 se instala la semiología en Francia. El primer número de Communications aparece en 1961. En la presentación de ese primer número, escrita (sin firma) por Roland Barthes, se la anuncia como la revista anual del CECMAS (Centro de Estudios de la Comunicación de Masas) y la semiología es inexistente. Recién en el número 4 se publican los Elementos de Semiología, y el proceso de esta re-fundación está apenas en sus comienzos. Greimas inicia sus cursos en París en 1965. Christian Metz ya está escribiendo en la revista. Poco después llegan los emigrados de Bulgaria (Tvetan Todorov y Julia Kristeva) y Umberto Eco y Paolo Fabbri empiezan a frecuentar París. Había nacido la primera semiología. El Trattato de Semiotica Generale de Umberto es de 1968. En mi segundo viaje a Europa, en 1969, los conocí prácticamente a todos ellos, en particular en un coloquio en Urbino. En ese momento, el desfase entre Europa y la Argentina era mínimo. En 1969 nace, en París, la International Association for Semiotic Studies. La Asociación Argentina de Semiótica se crea en 1970, realizando ese año su primer congreso. En 1974 se realiza en Milán el primer Congreso de la Asociación Internacional, con la presencia de Jakobson, Lévi-Strauss, Barthes, Lacan… En ese primer período, creo que el fenómeno central en la Argentina es la revista Lenguajes, cuyo primer número es de 1974 y que se presenta como el órgano de la Asociación Argentina de Semiótica. Esa aventura fue protagonizada por Juan Carlos Indart, Oscar Steimberg, Oscar Traversa y yo, con varios otros amigos que publicaron y trabajaron. Hace poco la revista electrónica Foul Táctico dedicó un número especial (8/9) en ocasión de los treinta años de la publicación de Lenguajes. Remito a la amplia discusión allí recogida, para entender mejor el contexto de ese proyecto. Lo cierto es que la semiótica en Argentina estuvo inserta desdeel primer momento en el proceso de emergencia institucional de la disciplina a nivel mundial. Con una diferencia respecto de los desarrollos europeos de la primera semiología, considerados en conjunto (y con la fundamental excepción de Christian Metz): la problemática de los “mass media” fue desde el inicio, como se desprende de los contenidos de Lenguajes, el núcleo central. La semiótica argentina, podemos decir, nació como sociosemiótica.

¿Cómo se fue difundiendo la semiótica en América Latina? ¿Cómo nacieron los primeros contactos con brasileños, mexicanos, etc.?

Yo probablemente no sea la persona más indicada para responder a esa pregunta. En 1971 me instalo en París, donde comienzo mi seminario en la Ecole Pratique des Hautes Etudes (transformada después en Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales) y salvo un período de un año en 1973-74, no volví a viajar a la Argentina hasta 1985. Hice bastantes viajes a América Latina durante los años setenta (Brasil sobre todo, también Colombia, Venezuela, México, Perú), difundiendo en congresos, seminarios y cursos la “bonne parole sémiotique”, pero lo hacía forzosamente desde una perspectiva académica europea, tanto en términos de contactos como de iniciativas. Un caso especial para mí es el Brasil, en el que estuve varias veces durante ese período y al que sigo viajando regularmente. La semiótica se instaló en Brasil de una manera a la vez rápida y sólida, combinándose muy pronto (como ocurrió en muchos otros países) con el campo de las “ciencias de la comunicación”. Varios grandes amigos brasileños participaron en distintos momentos en mi seminario de la Ecole, y hasta hoy seguimos en contacto y tomando iniciativas conjuntas. Con Antonio Fausto Neto publicamos hace tres años una investigación sobre el rol de la televisión en la campaña electoral brasileña del 2002. Hay que tener en cuenta que mi relación con varios países latinoamericanos, en particular con el Brasil, había comenzado antes de la emergencia de la semiótica, a través del Departamento de Sociología de Gino Germani. A intelectuales como Fernando Enrique Cardoso, Enzo Faletto, Francisco Weffort, Octavio Ianni, Gabriel Cohn, Arthur Gianotti, los conocí en los años 60, con mi gorra de sociólogo por decirlo así - profesor asociado del Departamento y secretario de redacción de la Revista Latinoamericana de Sociología.

Si no nos equivocamos con Paolo Bertetti, el primer texto tuyo publicado en Italia -Pour une sémiologie des opérations translinguistiques- salió en el número 4 de Versus y se enganchaba con el famoso debate sobre el iconismo lanzado por Eco en el número 2 y continuado por Volli, Casetti, Bettetini, etc. en el tercer número. La pregunta es: ¿Como viviste ese debate por entonces? ¿Qué opinás de esta cuestión –el debate sobre el iconismo- hoy?

El número 4 de Versus está fechado enero-abril de 1973. Ese fue, en efecto, mi primer artículo publicado en Italia. Pero creo que el tema había empezado antes, con el número 15 de Communications sobre El análisis de las imágenes, dirigido por Christian Metz, que es de 1970. Los tres primeros trabajos de ese número de Communications, los más generales por decirlo así, eran Más allá de la analogía, la imagen, la presentación del número por Christian Metz, Semiología de los mensajes visuales de Umberto Eco y mi texto Lo analógico y lo contiguo. El trabajo de Umberto, traducción de ciertos capítulos de La estructura ausente, era un intento de clasificación enciclopédica de todas las variantes de los códigos propiamente icónicos, con una discusión centrada esencialmente en el tema de la doble articulación. En una nota al pie de su presentación (¡yo había enviado mi texto a último momento!) Christian señala que “Esta situación es rica en problemas complejos acerca de los cuales la contribución de Eliseo Verón aporta un punto de vista bastante nuevo que se sitúa más allá de las constataciones presentadas en esta nota y llega a ‘darlas vuelta’ (les retourner) en algunos puntos…”. Más allá de la extraordinaria generosidad intelectual que siempre caracterizó a Christian Metz, que se expresa en esa observación y sin falsa modestia, mi trabajo no era un punto de vista nuevo, sino el resultado de un primer contacto, todavía extremadamente rudimentario, con los escritos de Peirce, e intentaba diferenciar la dimensión icónica de las imágenes de su dimensión “de contigüidad”, es decir, indicial. Desde mi punto de vista, la culminación realmente importante de ese debate fue, en relación con la imagen fotográfica, La chambre Claire de Barthes en 1980, y después L’image précaire de Jean-Marie Schaeffer en 1987, es decir la conceptualización de la dimensión segunda, que es existencial en la fotografía y narrativa en innumerables otros tipos de imágenes. Creo que la cuestión de si hay o no doble articulación en los códigos no lingüísticos no tiene hoy mayor interés (suponiendo que alguna vez lo tuvo), como tampoco el afán por clasificar tipos de “códigos icónicos”. Ninguna imagen es analizable en sí misma. Todas las imágenes que podemos imaginar están insertas en la semiosis, y es el tejido de la semiosis lo que nos interesa. La semiosis tiene las tres dimensiones definidas por Peirce, que se entrecruzan y se multiplican al infinito. Tenemos que trabajar (lo mejor que podamos) con paquetes de esas tres dimensiones, y las discusiones sobre la especificidad de diferentes “tipos de códigos” me parecen puramente académicas.

Si los medios ya dejaron de "representar la realidad" para “construir la realidad”… ¿Cómo juegan los medios digitales -pienso sobre todo en Internet, pero no nos olvidemos las experiencias videolúdicas, chats, mensajerías, etc.- en ese proceso de mediatización?

Yo no hablaría de “medios digitales”. La digitalización es un procedimiento técnico que no debemos ubicar en el mismo plano que el concepto de “medio”. El concepto de “medio” se ubica en la interface entre oferta y demanda en el mercado de los discursos. El concepto de “digital” o ”digitalización” es, en mi terminología, un aspecto técnico de las condiciones de produción de esa interface. En el plano de la producción, la digitalización, gracias al protocolo IP, abarca hoy todas las materias significantes: las obras de Shakespeare son digitales, puesto que están en Internet. Eso no cambia nada en las condiciones de percepción-recepción: para los sujetos receptores que somos cada uno de nosotros, un texto sigue siendo radicalmente diferente de una imagen fotográfica, que sigue siendo radicalmente diferente de la secuencia oral de una voz humana, que sigue siendo radicalmente diferente del fraseado de la guitarra de Santana, Mark Knopfler o Eric Clapton (que son además muy diferentes entre sí). La semiótica se interesa en las condiciones de producción en la medida en que afectan las gramáticas de producción, que a su vez definen las propiedades de esos paquetes de operaciones semióticas que serán percibidos-consumidos en recepción (¡¡de muy distintas maneras!!). El que hoy se interesa en la mediatización debe interesarse por ejemplo en: ¿cómo se explica la xtraordinaria emergencia de la textualidad oral, disociada de la textura musical armónico-melódica (que se vuelve una especie de fondo icónico-indicial de memoria social), en el hip-hop? Estos son los “paquetes” de semiosis que tenemos que tratar de comprender y analizar.

¿Cómo están afectando a la TV los (multi)medios interactivos y las nuevas textualidades/formas de consumo? ¿Hasta dónde no entra en crisis la semiótica de la TV fundada en la oposición "paleotelevisión / neotelevisión"?

La discusión paleo/neo-televisión que introdujo con tanta exactitud y pertinencia Umberto Eco en 1983, sirvió como una primera toma de conciencia de que la televisión empezaba ya a tener una “historia”. A principios de los 80, la televisión estaba transformándose y entrando en un segundo período de su evolución, y Umberto lo sintió y lo expresó antes que nadie. Yo puedo no estar de acuerdo con algunos de las características que Umberto atribuyó entonces a la neo-televisión (en mi opinión, la mirada a cámara, por ejemplo, define la televisión en general desde el inicio y no sólo la neo) pero ese trabajo fue fundamental para la elaboración posterior de ideas, análisis e investigaciones sobre la televisión como fenómeno histórico. No creo que la semiótica de la TV entre en crisis en términos de un contraste entre esa distinción entre los dos primeros períodos de su historia y la situación actual; simplemente creo que, en lo que respecta a la televisión histórica, hemos entrado en un tercer período, que será el último. Quiero decir: la televisión, ese fenómeno “masivo” que conocimos, materializado en ese mueble entronizado en el living-room de nuestras casas, que activaba la socialidad familiar, etc., está condenada a desaparecer. Hemos entrado en el período final, en el período de la televisón del destinatario.

¿La aparición de formatos híbridos (como el reality show) a mitad de camino entre el espectáculo televisivo y el (video)juego, tiene algo que ver con eso?

Exactamente. Desde mi punto de vista, los reality shows son un síntoma de esta tercera y última etapa de la televisión histórica, etapa centrada en el destinatario. En su historia, la televisión se ocupó primero del mundo (paleo-televisión), después de sí misma (neo-televisión) y finalmente de sus destinatarios (etapa actual). He esbozado esta historia en términos de los interpretantes de cada período, en un trabajo sobre los reality shows que presenté en el encuentro sobre la televisión y sus públicos, que se realizó en Arrábida, Portugal, en 2001, y retomé el tema después en un capítulo del libro que publicamos con Antonio Fausto Neto sobre el rol de la televisión en la campaña presidencial brasileña del 2002. En la primera etapa (que Umberto llamó la paleo-televisión),el contexto socio-institucional extratelevisivo proporciona el interpretante fundamental: la televisión es una “ventana abierta al mundo”. En la segunda etapa (la neo-televisión de Umberto) la propia televisión como institución se transforma en el interpretante dominante. En lo que yo considero una tercera (y última) etapa, una configuración de colectivos definidos como exteriores a la institución televisión y atribuidos al mundo individual, no mediatizado, del destinatario, opera como interpretante básico. Por supuesto que no se trata de etapas que se suceden ordenadamente una a otra: en la televisión actual hay todavía figuras audiovisuales de los tres períodos. Pero el tiempo histórico de esos cincuenta años de televisión tiene una lógica interna que culmina, me parece, en la muerte de la televisión que conocimos. La “pantalla chica” no es sólo cada vez más grande, sino que además deja de ser un espacio faneroscópico, como diría Peirce, para transformarse en una superficie operatoria multi-mediática controlada por el receptor. Habrá siempre, por supuesto, múltiples productos audiovisuales (los medios son, antes que nada, un mercado), pero no habrá más “programación”. Esa superficie operatoria abarcará todo: información, entretenimiento, computación, telefonía, comunicación interpersonal. Conoceremos pues la “convergencia” tecnológica que el Internet Protocol hace posible, y quecoincide, paradójicamente, con la máxima “divergencia” entre oferta y demanda en la historia de los medios.

Nos gustaría conocer tu opinión sobre la relaciones entre la semiótica de los medios y los estudios de matriz socio-antropológica que han hegemonizado las investigaciones latinoamericanas en las últimas dos décadas (me refiero específicamente a los trabajos de Néstor García Canclini, Jesús Martín Barbero, Aníbal Ford, etc.)

Las denominaciones usadas en la formulación de la pregunta (“semiótica de los medios” por un lado y “estudios de matriz socioantropológica” por otro lado) indican bien que se trata de campos problemáticos distintos con inspiraciones disciplinarias distintas, pero que tienen múltiples puntos de convergencia, como creo que lo comprobamos ampliamente con Jesús Martín, durante el seminario de la Cátedra Unesco que coordinamos juntos durante una semana en la Javeriana de Bogotá, a fines del año pasado. Con Aníbal Ford tenemos desde hace años y en distintos contextos y publicaciones de la región, intercambios que me parecen extremadamente fecundos. Creo que los objetos que estudiamos son locales (o regionales) pero no los métodos y conceptos que usamos. Creo que si hay algo que es global por definición es la actividad científica. La “práctica” de las ciencias tiene, claro, historias que pueden ser locales, nacionales o regionales, porque es afectada por los objetos, las situaciones y las coyunturas en que se desenvuelve, y que determinan urgencias y prioridades. Mi proprio trabajo puede ser percibido, sin duda, como menos “latinoamericano” que el de los colegas y amigos citados, y eso se explica fácilmente porque residí veinticuatro años en Francia y naturalmente me interesé en los fenómenos mediáticos del país en que había elegido vivir. Mi única reserva respecto de la pregunta es que, en su formulación, excluye al Brasil, y que para evaluar la hegemonía eventual de una u otra corriente de pensamiento en Latinoamérica, hay que incluirlo. Yo atribuyo una gran importancia al desarrollo de las ciencias sociales en general, y de la semiótica en particular, en el Brasil. Y nadie se sorprenderá si expreso mi convicción de que si partimos de la noción de “semiosis social”, se abre un campo de conceptos e instrumentos de análisis mucho más interesante que el campo al que puede llevar la noción de cultura.

¿Cuáles serían las "urgencias teóricas" de la semiótica de los medios? ¿Cuál debería ser la agenda de investigación? ¿Hacia dónde orientar nuestras investigaciones y conversaciones?

Las urgencias teóricas están hoy sin duda concentradas en las consecuencias de la evolución de las tecnologías de la comunicación en los últimos veinte años. La convergencia tecnológica a la que aludí más arriba nos hace entrar en un mercado de medios donde la interfase oferta/demanda se transforma profundamente. Los “estudios de recepción”, que dominaron la escena de la investigación en comunicación en ese mismo período (los últimos veinte años) fueron pensados en el contexto de un mercado esencialmente estable, en el que los productores de los medios eran también programadores del consumo. En ese contexto estable, los estudios mostraron sin embargo que el receptor no era un ente pasivo sino un receptor mucho más activo de lo que lo había imaginado la “mass media research”. La situación en que estamos entrando es radicalmente diferente y nos obliga a repensar el concepto mismo de “recepción”, porque los procesos de consumo se vuelven mucho más complejos. El receptor no es meramente activo: será el operadorprogramador de su proprio consumo multimediático. Desde un cierto punto de vista, podríamos decir que asistimos a la culminación natural, en el mercado de los medios, del individualismo de la modernidad. Como ya algunos autores lo han señalado, nuestras sociedades se transforman en “post-mass-media societies”. Creo que debemos estar contentos, aunque sin duda eso no simplifica los problemas de investigación de los que nos interesamos en la semiosis social. Eso sí, el concepto mismo de semiosis social queda intacto, a diferencia de algunos otros conceptos que andan por ahí. Creo que conceptos vinculados con el individualismo metodológico (como el de “rational choice”) o con posiciones holísticas (como el de cultura) tendrán dificultades adicionales (que se sumarán a las muchas que ya tenían), para comprender la nueva situación. El concepto peirciano de la “semiosis social” es indiferente a esa oposición entre reduccionismo y holismo. Desde su origen en los textos de Peirce, la semiosis social fue concebida como un tejido infinito de operaciones.


(1) Publicada en MEDIAMERICA. Semiotica e analisi dei media a America Latina, Cartman Edizioni, Torino (Italia), 2007. Versión en castellano para Digitalismo.com (digitalistas.blogspot.com/2007/12/mediamerica-entrevista-eliseo-vern.htmlz/a>)

13.8.08

PROGRAMA 2008

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Sociales
Semiótica de la Imagen
Prof: Monica Cohendoz
J. T. P. : Miriam Casco

Programa-2008

En la formación en Ciencias de la Comunicación –en sus diversas especialidades- se considera necesaria no sólo la puesta a prueba de distintas estrategias de análisis, aplicadas al campo de las imágenes emplazadas en lenguajes y soportes diversos sino el problema de la omnipresencia de lo visual en la vida cotidiana. Se apuntará a la circunscripción de los distintos tipos de géneros que organizan las imágenes visuales y a los efectos de su asentamiento en los medios, así como a su articulación con los diferentes estilos a través de los que se manifiestan los "modos de hacer" prevalecientes en distintas instancias de la producción comunicacional. Para ello, se atenderá a las entradas analíticas que la semiótica contemporánea ha desarrollado en relación con el campo retórico (en el que se incluye el estudio de la producción figural, narrativa y argumentativa), el temático y el enunciativo.
Las diferentes operaciones mentales que se requieren para identificarlas, reconocerlas e interpretarlas, según se trate de propuestas perceptuales visuales cualitativas o figurativas o simbólicas o, como es lo más habitual, por integración en distintas proporciones estos tres aspectos, exigen un tratamiento específico para cada caso o aspecto. En este sentido, esta materia explora, propone y dialoga acerca de los fundamentos diferenciales y necesarios para un estudio riguroso del proceso de construcción del significado de estos tres grandes conjuntos de imágenes materiales visuales.
La propuesta de la materia Semiótica de la imagen se centra en la consideración de:
 la circunscripción de un fenómeno visual en tanto objeto de análisis
 la elección de la/s estrategia/s adecuada/s para el abordaje del fenómeno. Por lo tanto se hacen necesarias tanto la profundización como la comparación de distintas perspectivas desarrolladas dentro del campo de la Semiótica,
 la descripción y la interpretación de los fenómenos circunscriptos
 El análisis socihistorico de los géneros visuales contemporáneos
Los que competen al NIVEL LÓGICO SEMIÓTICO son: en qué consiste el proceso de producción sígnica y cómo se conoce la realidad sígnica.
Los que competen al NIVEL DISCURSIVO son: cómo se produce socialmente sentido y cuáles son las estrategias discursivas que permiten construirlo.
Las respuestas a estos interrogantes se despliegan poniendo en juego a) una reflexión lógico-semiótica y b) una reflexión discursiva que apela, desde el punto de vista metodológico, a la Teoría de la enunciación. La materia, luego de pasar revista a los planteos elaborados por la Teoría de la enunciación lingüística, se centra en las conceptualizaciones realizadas en el campo del análisis de los discursos audiovisuales (fílmicos y televisivos).

Objetivos generales.

El énfasis del trabajo está puesto en la posibilidad de manejo de las herramientas analíticas a partir de los problemas surgidos desde los fenómenos –y no a la inversa-: el objeto, desde sus particularidades, exige una elección dentro de las posibles estrategias de abordaje.
A partir de la mirada propuesta por la materia se problematizarán los accesos metodológicos desarrollados en el área Lenguajes icónicos. Asimismo se pretende inducir a la reflexión y al análisis de procesos concretos de producción de sentido mediante el manejo de instrumentos metodológicos desglosados tanto de los estudios semióticos como de la perspectiva hermenéutica. Esta fase final se concentrará en la investigación del hecho cinematográfico en sus múltiples aspectos sin pasar por alto las realizaciones de una cultura visual digital en plena emergencia.
En el presente cuatrimestre la materia estará organizada sobre la base de tres ejes temáticos: el que gira en torno al concepto de signo visual, el de géneros contemporáneos y el de interpretación. Ellos están orientados al estudio y la aplicación práctica en los talleres mediáticos de la carrera. Los otros temas teóricos que se tocarán servirán como soporte de los indicados anteriormente.
En este sentido, se discutirán distintas perspectivas semióticas, sus objetivos y sus alcances.
Se propone que los alumnos logren:
• Conocimiento de los fundamentos de la Semiótica visual para analizar su incidencia en los procesos de interpretación y producción de todo tipo de géneros
• Acoten un fenómeno dado y lo transformen en objeto del trabajo analítico.
• Discutan algunas opciones metodológicas posibles en el momento del análisis de las imágenes teniendo en cuenta los marcos teóricos en los que se encuadran.


MODULO I:
Fundamentos teóricos de la semiótica de la imagen
1- Aproximaciones
Introducción a los lenguajes visuales. Los discursos sobre la imagen. La semiótica y su conceptualización de la Imagen y el lenguaje: revisión de conceptos claves.

De referencia:
- ZUNZUNEGUI, Santos: Pensar la Imagen. Ed. Cátedra. Signo e Imagen. Madrid 1989
- GUBERN, Román: La mirada opulenta. Ed. Gustavo Gili. Mass media. Barcelona 1987
- BERGER, J. Modos de ver Ed. Gustavo Gili., Barcelona ,2006.

- MARTIN Jay “Regimenes escópicos de la Modernidad “en Campos de fuerzas, Bs. As., Paidós , 2003. pp .221-53.

- JOLY, Martine La interpretación de la imagen: entre memoria, estereotipo y seducción, Barcelona, 2002, pp.21-84.
-
Práctico:
ECO, Humberto “Proemio” en Signo Labor, Barcelona, 1994. pp3-12

BARTHES, Roland “Los romanos en el cine “ en Semiologia


2-La Teoría Lógico Pragmática de Charles S. Peirce.

El concepto ternario de signo. La estructura de la semiosis. La segunda tricotomía. Comparación de la "semiótica ternaria" y de la "semiótica binaria". Lectura veroniana de la Teoría Peirciana. Los desarrollos de Umberto Eco respecto al signo y la iconicidad.
De referencia:
- PEIRCE, Charles S.: "División de los signos" y "El ícono, índice y símbolo" en Obra lógico-semiótica [ed. orig. 1931/1935]. Trad. cast.: Madrid, Taurus, 1987.
- PEIRCE, Charles S: La ciencia de la semiótica Ediciones Nueva Visión, Barcelona,1986.
- MAGARIÑOS DE MORENTÍN, Juan "Charles Sanders Peirce: sus aportes a la problemática actual de la semiología", en El signo. Las fuentes teóricas de la semiología: Saussure, Peirce, Morris, Hachette, Buenos Aires, 1983, pp. 81-111

Practico:
ZECCHETTO, Victorino “ Charles Sanders Pierce” Cap. 2 en Seis semiólogos en busca del lector La Crujía ediciones, Bs.As., 2005 pp.41-78.

ECO ,Umberto “ Esbozo de una teoría unificada del signo” en Signo Labor, Barcelona, 1994. pp167-179.

SCHAEFFER J. M. “El icono indicial” en La imagen precaria. Del dispositivo fotográfico, Cátedra, Madrid, 1990.pp- 45-78.

Modulo II
La producción social de sentido

- Roland Barthes y la explosión del estructuralismo semiológico francés. Retórica de la imagen. Denotación y connotación. El tercer sentido de Barthes.
- Operaciones, discursos, representaciones. La construcción de lo “real”. La materialidad del sentido. La dimensión ideológica y la del poder. Los juegos discursivos. La cuestión de los dominios: tipo de discurso, dispositivo técnico, género P y estrategia.
De referencia:
- BARTHES, Roland: Retórica de la Imagen. En “La Semiología”. Editorial: Tiempo Nuevo. Buenos Aires, 1972.
- “El Mensaje Fotográfico” en El análisis estructural. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires, 1977
- “Denotación y connotación” en La aventura semiológica Paidós, Barcelona, 1990.
Grupo  (1982): Retórica general. Paidós, Barcelona, 1987

Práctico:
- STEIMBERG, Oscar Semiótica de los medios masivos, Bs.As., Atuel, 2005
- VILCHES, Lorenzo “La imagen es un texto “en La lectura de la imagen, Paidós, Barcelona, 1983.
- SONTANG, Susan . “El mundo de la imagen” en Sobre la fotografía, Buenos Aires, Alfaguara, 2006
- BARTHES, Roland La cámara lucida. Notas sobre la fotografía Paidós, Buenos Aires,2005. ( selección de fragmentos)

1. Regímenes de visibilidad y enunciación
El análisis enunciativo en los discursos sociales audiovisuales. La noción de dispositivo técnico y su constitución en "medio de comunicación". Cualidades de los lenguajes, de los géneros y del dispositivo. Introducción a la transposición. El dispositivo técnico y el estatuto mediático: el caso de la fotografía: ¿géneros o estrategias perceptivas?: cómo puede pensarse la recepción
Los conceptos de historia/discurso, relato/comentario aplicados al análisis de los discursos audiovisuales.
Narratología y análisis enunciativo del relato audiovisual. Noción de punto de vista (focalización) y ocularización en el cine
.
Bibliografía:
De referencia:
KERBRAT-ORECCHIONI, C., "De la subjetividad en el lenguaje", en La enunciación, Buenos Aires, Hachette, 1986. (introducción y primer capitulo).
VERÓN, Eliseo “De la imagen semiológica a las discursividades “En: Veyrat-Mason, I. Y Dayan, D. (comps.). Espacios públicos en imágenes, Barcelona, Gedisa, 1996
BETTETINi, Gianfranco: Tiempo de la expresión cinematográfica, FCE, México,1984.
BETTETINI, Gianfranco: “El cuerpo del sujeto enunciador” y “La conversación textual”, en La conversación audiovisual Problemas de la enunciación fílmica y televisiva, Cátedra, Madrid, 1986.
BORDWELL, David: “La actividad del observador” en La narración en el cine de ficción, Paidós Barcelona, 1991.
CASETTI, Francesco: “La figura del espectador” y “El lugar del espectador” en El film y su espectador, Cátedra, Madrid, 1989.
GREIMAS,Alciras "Reflexiones sobre los modelos actanciales", en La semántica estructural: investigación metodológica, Madrid, Gredos, 1971.
METZ, Christian Ensayos sobre la significación en el cine (1968-1972) Volumen 1 y 2 Paidós, Barcelona, 2002.
JAMESON. Fredric "El posmodernismo como lógica cultural del capitalismo tardío", en Jameson, F.: Ensayos sobre el posmodernismo, comp. de H. Tarcus, Ediciones Imago Mundi, Bs. As. 1992

Práctico:
CASETTI, Francesco y di GHIO, Federico “El análisis de la narración” en Cómo analizar un film, Paidós, Barcelona, 2003.pp.171-210.
VERON, Eliseo “El living y sus dobles. Arquitectura de la pantalla chica” en El cuerpos de las imágenes Norma, Bs.As., 2001,pp. 13-41.
CARLON, M. “El directo televisivo en la técnica de lo real” en De lo cinematográfico a lo televisivo. Metatelevisión, lenguaje y temporalidad, Bs. As., La crujía , 2006 pp.57-85.


C) EVALUACIÓN

En el transcurso del cuatrimestre se realizaran dos entregas de trabajos de análisis de dos paquetes textuales que corresponden a dos tipos de discurso diferentes (fotográfico para la primera entrega y televisivo/cinematográfico para la segunda). Los mismos tendrán el carácter de parciales. El examen final consistirá en la presentación de un trabajo monográfico basado en el análisis de un problema de semiótica de la imagen aplicada a un discurso visual, en forma individual ajustándose a las pautas metodológicas que se proporcionarán en un instructivo y que se discutirán en clase teóricas y prácticas.
Régimen de promoción:
 Con Examen Final, que contempla como formas de evaluación la realización (y aprobación) de Trabajos Prácticos; el 85% de asistencia a trabajos prácticos, y un Trabajo Final que será el resultado de un análisis aplicado.


- METODOLOGÍA

Los encuentros se articularán de modo tal que puedan alternarse las modalidades de exposición dialogada con la conformación de un taller de semiología y análisis de la imagen.
Se efectuará la propuesta de un marco interpretativo global desde el que se puedan articular los problemas, sistematizar los diversos aportes y guiar la lectura de textos y otras fuentes de información.
Se trabajará con la elaboración puntual y la profundización de contenidos aplicados a un recorte histórico especifico. Las discusiones en cada caso tendrán como eje el texto o problema expuesto, y se organizarán a partir de la propuestas de distintas hipótesis que deberán se confrontadas y fundamentadas. El resultado de este doble proceso quedará plasmado en la elaboración de trabajos prácticos grupales e individuales, a partir de los cuales se haga posible un seguimiento del proceso de aprendizaje de cada uno de los participantes.
Tanto la bibliografía de carácter obligatorio como la específica de trabajo en clase, serán oportunamente indicadas dentro de la nómina que figura al pie de cada uno de los puntos del programa.

D) BIBLIOGRAFÍA

Se ofrece esta bibliografía sólo en carácter de punto de partida y con la finalidad de mostrar un panorama de las principales publicaciones tanto en dominios generales como específicos. La misma es amplia pero no cerrada y podrá acrecentarse con otros textos y autores que se sugieran en el transcurso del año por parte de los profesores o de los estudiantes. Como complemento de este material bibliográfico se indicarán algunos recursos en la red sobre semiótica y temas afines.



Bibliografía general

Algirdas Julien Greimas
• Semántica estructural

Aristóteles
• Poética

Charles Morris
• Fundamentos de la teoría de los signos

Charles Sanders Peirce
• La ciencia de la semiótica
• Obra Lógico-semiótica

Émile Benveniste
• Problemas de lingüística general, vols. I y II

Ferdinand de Saussure
• Curso de lingüística general

Gilles Deleuze, Felix guattari
• Rizoma
• Lógica del sentido

Hans Georg Gadamer
• Verdad y Método, vols. I y II

Herman Parret

• Semiótica y pragmática

Jacques Derrida
• La escritura y la diferencia
• De la gramatología
• Posiciones

Julia Kristeva
• Semiótica, vols. 1 y 2
• El lenguaje, ese desconocido

Louis Hjelmslev
• Prolegómenos a una teoría del lenguaje

Michel Foucault
• Las palabras y las cosas
• Arqueología del saber
• Esto no es una pipa

Roland Barthes
• Mitologías
• La Aventura Semilógica
• Lo obvio y lo obtuso
• Ensayos críticos

Román Jakobson
• Ensayos de lingüística general

Thomas Sebeok
• Signos: una introducción a la semiótica
• Sherlock Holmes y Charles Sanders Peirce

Umberto Eco
• Signo
• La Estructura ausente
• Tratado de semiótica general
• Filosofía y semiología del lenguaje
• Los límites de la interpretación


Bibliografía específica

André Bazin
• ¿Qué es el cine?

A.A. V.V.
• Videoculturas de fin de siglo

Christian Metz
• Ensayos sobre la significación en el cine
• El significante imaginario

Dudley Andrew
• Las principales teorías cinematográficas

David Bordwell y Kristin Thompson
• El arte cinematográfico
• El significado del filme

Edgar Morin
• El cine o el hombre imaginario

Ernst Gombrich
• Arte e ilusión
• Arte, percepción y realidad

Francesco Casetti y Federico di Chio
• Cómo analizar un film

François Jost y André Gaudreault
• El relato cinematográfico

Jacques Aumont
• La imagen
• La estética hoy

Jacques Aumont y Michel Marie
• Análisis del film

Jacques Aumont et al.
• Estética del cine

Rudolf Arnheim
• El cine como arte

Siegfried Kracauer
• Teoría del cine

Theodor Adorno
• El cine y la música

Yury Lotman
• Estética y semiótica del cine
• “Importancia de la semiótica en el cine contemporáneo” en Así de simple 2. Encuentros sobre cine.